Catarroja y Paiporta optan por sus propias medidas para gestionar el barranco del Poyo ante la desconfianza en la CHJ
Medidas de Autoprotección en Catarroja
La localidad de Catarroja, que sufrió las consecuencias de una riada reciente, ha decidido implementar medidas de «autoprotección» básicas que no fueron adoptadas el pasado 29 de octubre. Ante la necesidad de garantizar la seguridad de sus ciudadanos, el gobierno municipal ha tomado la iniciativa de actuar de manera proactiva en la gestión de riesgos relacionados con inundaciones.
En este nuevo enfoque, las autoridades locales están priorizando la vigilancia directa del barranco del Poyo. Esta decisión surge en un contexto en el que se cuestiona la efectividad de los sensores de la Confederación Hidrográfica del Júcar, organismo que ha estado bajo la dirección de Miguel Polo, un funcionario considerado cercano al Gobierno. La desconfianza hacia los datos proporcionados por esta entidad ha llevado al consistorio del PSOE a optar por un control más cercano y directo de la situación.
Desconfianza en los Sensores Hidrográficos
La situación ha generado un debate sobre la fiabilidad de los sistemas de alerta temprana que deberían prevenir desastres naturales. Los sensores de la Confederación Hidrográfica del Júcar han sido objeto de críticas, lo que ha llevado a las autoridades locales a cuestionar su capacidad para proporcionar información precisa y oportuna. Esta desconfianza ha motivado a Catarroja a buscar alternativas que aseguren una respuesta más efectiva ante posibles inundaciones.
El compromiso del gobierno municipal de Catarroja con la seguridad de sus habitantes se refleja en su decisión de adoptar medidas más cercanas y personalizadas. La vigilancia del barranco del Poyo es solo una de las acciones que se están implementando para mitigar los riesgos asociados con las lluvias intensas y las crecidas de los ríos, buscando así proteger a la comunidad de futuros desastres.
