Efecto mariposa: el PSOE avanza y Tezanos recibe su recompensa

La paradoja del «menos es más»

La célebre frase «menos es más» de Van Der Rohe resuena con fuerza en el ámbito de la arquitectura, donde la simplicidad y la funcionalidad son pilares fundamentales. Sin embargo, al trasladar este concepto a la política, se observa una disonancia notable. En el contexto político actual, especialmente en el caso de Sánchez, parece que el enfoque de «más es más» se convierte en la norma. A medida que aumentan las sospechas, imputaciones y cesiones, también lo hace la percepción de apoyo entre los ciudadanos.

Este fenómeno sugiere que, en lugar de ser un detrimento, la acumulación de controversias y gastos puede, irónicamente, fortalecer la imagen de un líder. La creciente cantidad de investigaciones y querellas, lejos de desanimar a los votantes, parece generar un efecto de resiliencia. La confianza en el líder se ve alimentada por la percepción de que, a pesar de las adversidades, se mantiene en el centro de la atención pública.

El papel del CIS en la percepción pública

Para respaldar esta afirmación, se puede recurrir a los datos del CIS, que ha demostrado ser un barómetro de la opinión pública. En 2023, el coste de este organismo ascendió a dieciséis millones de euros, un incremento del 43% en comparación con 2022 y casi el doble que en 2009. Estos números no solo reflejan un aumento en la inversión, sino también un interés creciente en medir la percepción ciudadana en un entorno político cada vez más complejo.

Así, el CIS se convierte en una herramienta que, más allá de sus cifras, ilustra cómo la política actual puede beneficiarse de la visibilidad y el ruido generado por las controversias. En este sentido, la política de Sánchez parece desafiar la lógica convencional, donde el exceso de información y el escándalo se convierten en aliados en lugar de enemigos.